La muerte del Rucio Moro (Acordes guitarra) (Letra) Cancionero Tuna;Tablaturas Cuatro; Folclore Venezolano
La muerte del Rucio Moro
Autor: Música de y letra de Reynaldo Armas
Interpretan: Reynaldo Armas
Don Dudo (www.TunaEspaña.es) (www.TunaEspana.com)
Ritmo: Joropo
Folclore Venezolano
Tablaturas Cuatro Venezolano
Enlace Youtube: pinche aqui para escuchar la canción
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Caramba ‘ñero se oscurecieron mis días
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alzó en vuelo mi alegríacuando menos lo esperaba
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triste mañana sentí perder un tesoro mi caballo rucio moro
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donde yo siempre coleaba
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Lo hallaron en el potrero en el potrero
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con la nuca reventada parece que una centella
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le dio una vuelta e’ campana
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Quién se iba a imaginar que a mí caballito
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algo malo le aguardaba para quitarle la vida
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dejando mi alma enlutada
Partí enseguida al conocer la noticia
viendo la caballeriza un poquito solitaria
Llegué al lugar donde estaba mi caballo
vi los impactos de un rayo en medio de cuatro palmas
Más a la orilla de el río
con otras bestias andaba la potra Zaina
dando vuelta y relinchando bastante desesperada
Pobre mi caballo rucio arrodillado con la cabeza encajada
cuando fui a cerrar sus ojos le brotaron sendas lágrimas
Pasó la brisa desensillando añoranzas
mientras una garza blanca observaba en la cañada
cantó un carrao en una punta de mata
y una triste paraulata enmudeció la sabana
En las arenas del río mi rucio moro dejó sus patas marcadas
cuando con su potra fue a retozar en la playa
La soga de mi cariño de mi cariño apareció reventada
por unos cuantos tirones del destino en su jugada
Adiós amigo me brotó del corazón sentí gran desolación
cuando le daba la espalda un hueco grande donde su cuerpo cupiera
y encima del poco e’ tierra mi sombrero pelo e’ guama
Pa’ que el rocío mañanero caballo rucio humedezca mi plegaria
y los albores del tiempo le den su gracia temprana
Que le traigan serenata los pajaritos que vienen de la montaña
para que su negra senda se le convierta en hazaña
Cayó la tarde enmarcada en arreboles
cuantas lunas cuantos soles presagiaron mi nostalgia
se fue el Jilguero que pregono mi alegría
pedazo de vida mía retacito de mi infancia
Querubín de mis anhelos de mis anhelos
cercanía de mi distancia cuanto quisiera quitarle
al mastranto su fragancia
Ceñirme en el desespero de aquel lucero
que titila y se quebranta el que muere lentamente
amoldado a mi esperanza
Caballo rucio te saliste del corral convertido en vendaval
volaste la puerta e’ tranca jamás pensaste
que te acechaba la muerte culpable tu mala suerte
que te condujo a la trampa
Entre lienzos del recuerdo, caballo mío,
inerte queda tu estampa para tus tantos amigos
un manantial de añoranzas
Hoy tu destino es un bongo, bongo perdido
de canalete y palanca varado y abandonado
en los confines de Arauca
Silla y bozal se preguntan con dolor
porqué el destino traidor no cambiaria su morada
la talanquera que bastante le apoyó
triste también comentó está de luto la manga
Desde el coso hasta el tapón se oye un murmullo
de entre cortadas palabras y las muchachas reparten
en lluvia cintas doradas con la tarde veranera
allá en el monte se oye cantar la chicharra
y un vesperal de nostalgia se lleva el viento en sus alas
Agüita fresca está ofreciendo el jagüey
mientras allá en el caney me aguarda mi campechana
grito altanero de soberano sentir
tu no te vas a morir mientras existan sabanas
Desde un rincón oriental en Venezuela
por el estado Monagas hasta el impetuoso Meta
en las tierras Colombianas
Remontando en Orinoco el río Apure
Casanare y el Vichada para morirte de viejo
en las ondas Araucanas